La influencia del sol en el cambio climático
Fis. Alfredo Osorio S.
“Año de avispas, año de nieves y ventiscas”
Proverbio popular
En 1801 Herschel afirmó que existía una relación directa entre el número de manchas, fáculas solares, y el precio del trigo. De esta manera se establecía la íntima relación entre los fenómenos electromagnéticos que ocurren en el Sol y el clima y la economía de las sociedades terrestres. Las variaciones en el flujo energético solar tienen implicaciones dramáticas en el clima terrestre; la manera más directa de detectar dichas variaciones consiste en analizar las manchas solares. Los campos magnéticos de, aproximadamente, 3000 gauss hacen ver las manchas más oscuras, es decir, son más frías que sus alrededores. Recordemos que un Gauss es una medida de la densidad del campo magnético, y equivale a un Maxwell por centímetro cuadrado. Para darnos idea más precisa de estas unidades le afirmo que el campo magnético terrestre es de 0.5 Gauss, o que el campo de un imán con los que solíamos jugar de niños es de 100 Gauss.
Recordemos que el concepto de flujo se define como la cantidad de energía por unidad de superficie por unidad de tiempo. En el sistema Metro (m), Kilogramo (kg), segundo (s), la energía se mide en joules; el watt –unidad de potencia- se define como un joule por segundo. Por ende, podemos definir al flujo como un watt por metro cuadrado. Otro concepto importante es el de luminosidad. La luminosidad se define como la energía por unidad de tiempo, es decir, un joule por segundo (J/s); el Sol, por ejemplo, emite 1026 joules cada segundo a través de toda su superficie. Una derivación de lo anterior es la irradiación (S) calculada, para el Sol sobre la Tierra, como 1368 joules por segundo por metro cuadrado.
Sirva el párrafo anterior para explicar las variadas posiciones científicas que suelen tratar de explicar la aleatoriedad del clima terrestre: ora nos “explican” el calentamiento; ora nos “explican” el enfriamiento del hemisferio norte. La irradiación nos da elementos para apoyar alguna de las elucidaciones, empero, es, por el momento, impsible determinar al 100% la claridad de los pronósticos de esas explicaciones.
En 1844 el germano H. Schwabe descubrió que las manchas solares tenían ciclos de 11 años; desde entonces se ha tratado de afinar la relación –planteada en el primer párrafo- que intuyó Herschel. Otro descubrimiento importante fue hecho por Edwar Maunder, astrónomo inglés que descubrió la sorprendente variación en la cantidad de manchas solares durante el periodo de 1645 a 1715; la variación aludida se refiere a que durante esos años las manchas solares se redujeron de entre 40 mil y 50 mil manchas a sólo 50. Dicho mínimo de manchas se conoce comomínimo de Maunder. Lo más interesante del mínimo de Maunder, es que durante ese periodo en el que ocurrió, también acaeció la conocida “mini glaciación” que congeló a Europa y Norteamérica, al menos. Desde luego, la relación manchas, clima, es de más variables: los rayos cósmicos, la radiación ionizante, los rayos X, los ultravioleta, la densidad del flujo magnético, etc., también tienen que ser considerados. Por vía de mientras, en lo que se obtienen resultados más determinantes, tendremos que soportar la súbita mini glaciación que nos afecta y contemplar, entre extasiados y preocupados, la congelación de las Cataratas del Niágara, como imagen representativa de las temperaturas de hasta -40º centígrados, que afectan a casi 200 millones de personas que habitamos en Canadá, USA, y México.