Galimatías petrolero
Fis. Alfredo Osorio S.
“El consumo mundial de petróleo es tan grande que las provisiones sólo pueden durar unas cuantas generaciones más. La solución es el alcohol, un combustible limpio y perfecto.”
Alexander Graham Bell
Dice el diccionario acerca de la palabra galimatías: “discurso o escrito embrollado, lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas”. De acuerdo. Es justamente lo que a ocurrido con el discurso del licenciado Felipe Calderón Hinojosa, quien durante el anuncio, en Los Pinos el 29 de agosto pasado, de un descubrimiento de un yacimiento ubicado a 180 kilómetros de la costa de Tamaulipas y a 39 kilómetros de la frontera marítima con Estados Unidos, afirmó que dicho yacimiento –bautizado con el nombre de pozo Trion 1- producirá tanto como un tercio de la producción anual que explota nuestro país. Unas frases más adelante pronunció lo siguiente: “tendremos –del Trion 1- de 4 mil a 10 mil millones de barriles de crudo”. ¿Qué significa lo anterior?
Si hacemos caso a la primera cifra, México tendría la producción actual de cuatro meses, es decir (con 3 millones de barriles diarios) 360 millones de barriles –recordemos que un barril de petróleo contiene 159 litros- o, lo que es lo mismo, 57240 millones de litros. ¿Parece mucho? Esta cantidad serviría para formar un cubo de casi 400 metros de lado. Si hacemos caso a la segunda cifra (10 000 millones de barriles, por ejemplo), calculemos: 10000 millones de barriles forman un cubo de 1590 metros de lado; si, de nueva cuenta, hubiese una producción de 3 millones de barriles diarios, alcanzaría para tener – de ese único pozo- petróleo durante un poco más de 16 años (Calderón dijo que habría para 30 años).
Internacionalmente, la calidad del crudo de clasifica de acuerdo a su “densidad”, más bien, a su “gravedad”. En la industria de refinación, la densidad de un crudo se expresa generalmente en términos de “gravedad API”, un parámetro de medición de unidades en grados API, por ejemplo, 35 grados API. La gravedad API varía en forma inversa a la densidad (es decir, cuánto más liviano es el material, más alta es la gravedad API). Por definición, el agua tiene una gravedad API de 10 grados. Según la página de Pemex (agosto 2012), se extraen diariamente casi 3 millones de barriles de tres diferentes calidades: pesado, ligero y superligero; el tipo “pesado” es del orden de los 22 a 25 grados API, el “ligero” del orden de los 32 Grados API, y el “superligero” puede alcanzar los 38 grados API – de hecho, a nivel internacional un tipo “Brent” se clasifica en 42 grados API, aproximadamente. Entre más ligero sea un crudo, mayor es su calidad y significa que el crudo tiene menos azufre –y otros contaminantes- que uno “pesado”, lo cual tiene importantes implicaciones económicas a la hora de refinar, y, por supuesto, entre más “ligero” sea el petróleo mayor valor económico alcanzará. A modo de ejemplo, el día 31 de agosto del presente año, el precio de un barril es de 103 dólares (mezcla de las tres calidades mencionadas líneas arriba). Así que hagan sus cuentas. He aquí la importancia de haber hallado el yacimiento Trion 1.
El petróleo crudo, al refinarse, pude dar los siguientes productos: gas licuado de petróleo, queroseno, gasolina, diésel, materias primas de petroquímicos, aceite lubricante, ceras, gasóleo, aceite combustible, asfalto, entre los más apreciados, el problema es la insuficiencia de las planta de refinación. Esta situación ha provocado verdaderos atentados económicos al país; resulta inconcebible lo que publicó el periódico “La Razón” hace un poco más de un año: Pemex ha estado enviando barcos a India para refinar el petróleo. Esta situación se explica de manera sencilla: para algunos funcionarios de la paraestatal resulta un negocio fuera de serie ya que pagan precios estratosféricos para refinar el petróleo mexicano en el lejano país asiático. Es “top-secret” la identidad de los funcionarios. Quizá está forma de “negocio”, el transporte por barco, impida la construcción de las refinerías en este agonizante sexenio. Recordemos la obra de teatro que montó el gobierno de Felipe Calderón dizque para hacer una refinería en el Estado de Hidalgo, la obra, al menos por el momento, está quedando en un “elefante blanco”; las mentiras presidenciales son cosa de todos los días, la construcción de una nueva refinería tendría un costo del orden de más de 10 mil millones de dólares, en las cuentas calderonianas, empero, es casi seguro que el costo de la más moderna cuesta 7 mil millones de dólares, cuando más. Ojalá y el descubrimiento del pozo Trial 1 sea verdadero, ya sabemos lo que ocurrió con el difunto José López Portillo cuando nos advirtió que nos preparásemos “para la abundancia”, ya vimos como nos fue.
De neurona a neurona:
“El mundo debe olvidarse del petróleo barato.”
Hugo Chávez Frías