¿Estamos solos en el Universo?
Fis. Alfredo Osorio S.
"Existen innumerables soles; innumerables Tierras giran en torno de esos soles de un modo similar a la manera en nuestros siete planetas giran alrededor de nuestro Sol. Seres vivientes habitan esos mundos".
Giordano Bruno
Una de las “ofertas” teológicas que nos ofrece cualquier religión consiste en abatir la soledad; la soledad personal e, implícitamente, la soledad del género humano dentro de la inmensidad cósmica. De manera similar el astrónomo Frank Drake, en 1961, planteó, tácitamente, que los humanos no somos los únicos seres inteligentes en la galaxia en que vivimos. De manera sucinta esbozó una ecuación con 7 parámetros que fueron discutibles desde su inicio.
N = R* fp ne fl fi fc L
Aquí N representa el número de civilizaciones que podrían comunicarse en nuestra Vía Láctea, la. Este número depende de varios factores, a saber:
R* es el ritmo anual de formación de estrellas en la galaxia.
fp la fracción de estrellas que tienen planetas en su órbita –por ejemplo, nuestro sistema solar, aún con la indefinición, en su tiempo, de Plutón, se da un valor aproximado de 10-
ne el número de esos planetas orbitando dentro de la ecosfera de la estrella (las órbitas cuya distancia a la estrella no sea tan próxima como para ser demasiado calientes, ni tan lejana como para ser demasiado frías para poder albergar vida). En el caso de la Tierra, tal radio es de, más o menos, 150 millones de kilómetros.
fl la fracción de esos planetas dentro de la ecosfera en los que la vida se ha desarrollado. Para el Sistema Solar nuestro, tal cantidad es 1.
fi la fracción de esos planetas en los que la vida inteligente se ha desarrollado.
fc es la fracción de esos planetas donde la vida inteligente ha desarrollado una tecnología e intenta comunicarse.
L es el lapso, medido en años, durante el que una civilización inteligente y comunicativa puede existir.
En 1961, Drake y su equipo asignaron los siguientes valores a cada parámetro:
R* = 10/año (10 estrellas se forman cada año)
fp = 0.5 (La mitad de esas estrellas cuentan con planetas)
ne = 2 (Cada una de esas estrellas contiene 2 planetas)
fl = 1 (El 100% de esos planetas podría desarrollar vida)
fi = 0.01 (Solo el 1% albergaría vida inteligente)
fc = 0.01 (Solo el 1% de tal vida inteligente se puede comunicar)
L = 10.000 años (Cada civilización duraría 10.000 años trasmitiendo señales)
Con estos valores la ecuación dada por Drake quedó como:
N = 10 × 0.5 × 2 × 1 × 0.01 × 0.01 × 10,000N = 10 posibles civilizaciones detectables.
N=10, por supuesto, es una valoración totalmente discutible. La razón de la fragilidad de los 7 parámetros es fácil de darse cuenta: ninguna de las siete cantidades es comprobable en el estado actual del grado tecnológico y científico de los seres humanos. Quizá algún día podamos verificar cualquiera de ellas. En esta consideración, algunos analistas de los parámetros multimencionados plantean hasta 10 millones de civilizaciones a conocer, sin embargo la situación es igualmente discutible como con el caso de resultado de Drake (10 civilizaciones).
Independientemente de las cantidades calculadas por Drake, la ecuación es sorprendente en sí misma. Afirma la gran posibilidad de que ¡¡ no estamos solos en el Universo!! Aún más, nos da el número 10 como la quimera a buscar. Quimera, o no, la situación tecnológica en que nos encontramos no nos ha permitido encontrar alguna civilización. Lo anterior a pesar de chocar contra la industria de la ignorancia que sostiene, día tras día, con videos, películas, conferencias, talleres, programas de televisión, que los marcianos, extraterrestres, alienígenas están, han estado, y seguirán conviviendo con los seres humanos. Prueba de ello es la boyante industria que permite a algunos vivales, vivir como sultanes –por ejemplo Jaime Mausan, Ferriz Santacruz, Benítez, por mencionar algunos.
Sin tomar en consideración el carácter teológico de la afirmación, vale la pena recordar las palabras del Papa Juan XXIII con las que culmino esta entrega:
De neurona a neurona:
"Cuan pequeño sería Dios si después de haber creado este inmenso Universo poblara en él únicamente al planeta Tierra. Ese no es el Dios que yo conozco".