Una breve historia de casi todo o cómo construir su propio universo de bolsillo
Miguel Ángel Méndez Rojas
Por lo regular no hago reseñas de libros, pero en esta ocasión quisiera compartirles una. Se trata del texto “A Short History of Nearly Everything”, de Bill Bryson, publicado por Broadway Books, en los Estados Unidos de América en 2003. La razón principal de hacerlo es debido a mi muy reciente mudanza de oficina en donde, como es frecuente que ocurra, durante el movimiento de libros, cajas y cosas, apareció un ejemplar del texto referido y pensé que sería muy apropiado recomendarlo, aun cuando han pasado más de 10 años desde su primera edición.
Cuando Stephen Hawking publicó en 1988 su ahora famosa “Breve historia del tiempo” (que al paso de los años daría origen a otro texto de su autoría con el título “Brevísima historia del tiempo”), seguramente no pensó –literariamente hablando, pues el tipo es un genio en muchos niveles- que con ese libro impondría una moda entre futuros escritores divulgadores científicos inspirados por un título tan atractivo y simple. Esto fue lo primero que me vino a la mente cuando descubrí hace años en una estantería la obra de Bill Bryson (nacido en Norfolk, Inglaterra en 1951). Un título tan original y llamativo como “Una historia de casi todo” no podía pasar fácilmente desapercibido, aunque bien podría ser uno más del montón de textos de divulgación con títulos similares.
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El desencanto prejuicioso inicial se fue diluyendo al empezar a hojear descuidadamente el ejemplar. La simple idea sugerida por uno de los primeros capítulos fue lo suficientemente atractiva como para obligarme a detenerme un momento y reconsiderar mi primera impresión. ¿A quién no le puede resultar atractiva la idea de aprender a construir su propio Universo? ¡Deme dos para llevar por favor! Bryson exploró esta premisa de una manera humilde al principio, ubicándonos mentalmente en los extremos de lo microscópico – el electrón- y lo macroscópico – el Universo-, para luego invitarnos a un juego elegante e interesante en donde lo micro conduce a lo macro, al mismo tiempo que lo macro influye en el destino de lo micro. Una paradoja interesante, mas no la única a lo largo del texto.
El libro lo divide de manera general en seis partes, cada na de ellas a su vez divididas en pequeños ensayos donde un aspecto peculiar de la ciencia y sus teorías es tratado con rigidez y sencillez al mismo tiempo. Por ejemplo, en “Perdidos en el Cosmos”, Bryson inicia con este pequeño manual de cómo construir nuevos Universos para luego invitarnos a la exploración del Sistema Solar conocido y a conocer el Universo que ve la mirada curiosa e inquieta del reverendo Robert Evans en las montañas Azules australianas. Luego de que el lector – en “El tamaño de la Tierra”- se detiene a reflexionar sobre el cómo medimos las cosas, qué caminos sigue un geólogo para arrancar sus secretos a las profundidades, que no solo guardan piedras sino también un pasado fosilizado de una vida que no está más entre nosotros, y finalmente cerrar los ojos para disfrutar la sinfonía ordenada de la Tabla Periódica y los elementos químicos que la componen.
En otras partes del texto, reflexiona sobre la nueva era del pensamiento, las aportaciones de Einstein y los creadores de la nueva teoría atómica y la mecánica cuántica; los peligros – y belleza- de la naturaleza y de la ciencia, los secretos de la vida misma, los cuales incluyen nuestras incansables preguntas sobre cómo la vida se originó en nuestro solitario planeta azul. Cómo ésta salió de los océanos y conquistó la superficie para, finalmente, diversificarse, especializarse y en muchos muchos casos, extinguirse, todo explicado por la teoría evolutiva de Darwin. En la última parte, Bryson expone el caso humano: su escape de la Era del Hielo, su bipedismo anómalo pero con causa, la incansable labor racional y artística del humano primitivo y finalmente, una reflexión profunda sobre nuestro futuro y responsabilidades para con éste Universo.
Sin duda, muchas cosas que nos interesan no las encontraremos aquí. Pero si el lector tiene inquietud por conocer, en un lenguaje claro y luminoso un poco de casi todo –como lo dice el titulo- seguramente encontrará varios párrafos atractivos, e incluso hasta educativos. Al menos a mí me sigue llamando la atención la idea de crear mi propio Universo de bolsillo.